Al contarme ella el impacto que esta terapia había tenido en la postura física de él e incluso en su forma de pensar y de enfrentar la vida con una "nueva postura", me alentó a hacer lo mismo con mi hijo. Por eso lo llevé.

El resultado es inmediato y se va acumulando a medida que avanzas en las sesiones. En el caso de Bastián, antes de aplicar la técnica, Samy lo hizo caminar y sólo viendo su postura y modo de moverse fue capaz de hacer un diagnóstico muy acertado de la estructura de respuestas y de la forma de comportarse de mi hijo, lo que nos sorprendió muy positivamente a todos y obviamente a mi hijo.

Luego de algunas sesiones, Bastián no sólo fue mejorando la postura de sus hombros, espalda, tronco, piernas, brazos, cuello, etc., sino que además, fue cambiando al chico tímido que era, Ha ido atreviéndose a enfrentar las situaciones -tanto en casa como en el colegio y en la vida diaria- de una forma notoriamente diferente. A tal punto que cuando le tocó hacer una presentación en el colegio, ante sus compañeros, el profesor lo felicitó, no sólo por la forma de pararse ante ellos, sino por la soltura con que lo hizo; la impostación de la voz, la forma de desplazarse durante la actividad y lo más importante… por la seguridad con que enfrentó la situación. Bastián ha notado y experimentado en sí mismo cambios significativos. Otro ejemplo... fue en sus clases de gimnasia, él se sentía más liviano y más rápido y me contaba que le era más fácil enfrentar el entrenamiento pues se sentía más flexible.

El Rolfing, es algo que recomiendo a todos, para que se atrevan a experimentar este método en su vida, el cambio es notable. Uno ve cómo cambia la postura, la autoestima e incluso la manera de expresarse como resultado del trabajo en cada sesión. De hecho, hoy está en tratamiento la hija de mi señora y ambos queremos aplicar el método en nosotros también.



logo